INTRODUCCIÓN
La humanidad, esta teniendo cambios muy drásticos, tanto en la ciencia, la tecnología, las artes y el entretenimiento. Si bien esta evolución nos trae grandes satisfacciones, también nos ha hecho más individuales y menos humanos, pues la lucha por el poder, la obtención de mayores capitales hacen que las personas sólo velen por sus conveniencias y se deja de lado el crecimiento familiar, laboral, comunitario, lo que orilla a tener un país dividido y apático. Pero, ¿cómo podemos regresar a los orígenes humanos?, es decir, ¿cómo lograr una sana convivencia con los demás donde, el otro se beneficie con esta interacción y al mismo tiempo me haga crecer?.
El presente artículo Mis Relaciones Asertivas, tiene como finalidad conocer los elementos que conforman las relaciones humanas asertivas, mediante su conceptualización y práctica, para una sana convivencia en los diversos ámbitos del desarrollo humano.
La humanidad, esta teniendo cambios muy drásticos, tanto en la ciencia, la tecnología, las artes y el entretenimiento. Si bien esta evolución nos trae grandes satisfacciones, también nos ha hecho más individuales y menos humanos, pues la lucha por el poder, la obtención de mayores capitales hacen que las personas sólo velen por sus conveniencias y se deja de lado el crecimiento familiar, laboral, comunitario, lo que orilla a tener un país dividido y apático. Pero, ¿cómo podemos regresar a los orígenes humanos?, es decir, ¿cómo lograr una sana convivencia con los demás donde, el otro se beneficie con esta interacción y al mismo tiempo me haga crecer?.
El presente artículo Mis Relaciones Asertivas, tiene como finalidad conocer los elementos que conforman las relaciones humanas asertivas, mediante su conceptualización y práctica, para una sana convivencia en los diversos ámbitos del desarrollo humano.
1. ¿QUÉ ES SER PERSONA?
La humanidad desde que empezó a evolucionar y desarrollar ampliamente sus niveles intelectuales, percibió que la interacción con los demás seres vivos se da de diferente forma a la que él tiene con sus iguales, si bien las interacciones humanas y las sociedades comenzaron a existir a partir de su congregación en un mismo sitio, también comenzaron las diferencias y sobre todo las peleas por el territorio o la comida, entre los integrantes de un mismo clan.
Los individuos al tomar conciencia de esta problemática, en conjunto crean ciertas “normas de convivencia”, para crear un ambiente de respeto, y de seguridad, ya que si los problemas continuaban, aunados con las enfermedades, difícilmente podrían llegar a desarrollarse de la mejor manera y dejar legado.
Conforme fue evolucionando la humanidad, las normas de convivencia se fueron ajustando a sus necesidades. La educación es un punto importante en este crecimiento, ya que ésta da pautas para comprender mejor el universo, desarrollar habilidades y sobre todo, para el crecimiento personal.
El hombre, al reconocer las diferencias que tiene con los demás seres vivos, opta por “clasificarse” en otro nivel. Tomando como base las capacidades de razonamiento, destrezas que desarrolla y sentimientos, entre otros., llegando a la conclusión que el término persona abarca todo este conjunto de potencialidades.
Se habla mucho de la persona o personas pero, en realidad ¿Por qué somos personas?, ¿por qué se nos designó este término?
La conceptualización de persona, tiene dos explicaciones, por una parte está la religiosa, donde persona es atribuido específicamente al cristianismo (de acuerdo a la cultura occidental), concretamente a los teólogos. Este término se comenzó a usar para dar una explicación de que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre[1], distinguiendo entre substancia y persona en un largo proceso de discusión teológica. Esta conceptualización ha causado polémica por su tendencia dogmática. Por otro lado, encontramos el aspecto filosófico, existen muchos conceptos para este término y la mayoría coinciden en que persona es derivado del latín que significa máscara “originalmente la máscara del actor”[2], pero además es contemplada como, “personare que significa sonar con intensidad”[3], es decir, se hace notar algo del interior hacia fuera.
Somos personas por que tenemos relación con los valores morales y éticos de nuestro mundo civilizado, somos personas por que hemos evolucionado nuestras actitudes, formas de ser y pensar, expresamos nuestra inconformidad o sinergia en una idea. En concreto, hacemos notar lo que pensamos y sentimos con intensidad, pero también está otra parte que nos describe, por que en un momento dado somos capaces de usar máscaras para mostrar varias facetas de nuestra personalidad o de nuestra forma de ser.
Podemos ser camaleónicos, ya sea en una situación de peligro, para sacar provecho de alguna circunstancia o simplemente, nos gusta ser “actores en varias películas”, nos llama la atención en ocasiones tener doble vida, pues esto provoca un alza importante de adrenalina y emociones.
La humanidad desde que empezó a evolucionar y desarrollar ampliamente sus niveles intelectuales, percibió que la interacción con los demás seres vivos se da de diferente forma a la que él tiene con sus iguales, si bien las interacciones humanas y las sociedades comenzaron a existir a partir de su congregación en un mismo sitio, también comenzaron las diferencias y sobre todo las peleas por el territorio o la comida, entre los integrantes de un mismo clan.
Los individuos al tomar conciencia de esta problemática, en conjunto crean ciertas “normas de convivencia”, para crear un ambiente de respeto, y de seguridad, ya que si los problemas continuaban, aunados con las enfermedades, difícilmente podrían llegar a desarrollarse de la mejor manera y dejar legado.
Conforme fue evolucionando la humanidad, las normas de convivencia se fueron ajustando a sus necesidades. La educación es un punto importante en este crecimiento, ya que ésta da pautas para comprender mejor el universo, desarrollar habilidades y sobre todo, para el crecimiento personal.
El hombre, al reconocer las diferencias que tiene con los demás seres vivos, opta por “clasificarse” en otro nivel. Tomando como base las capacidades de razonamiento, destrezas que desarrolla y sentimientos, entre otros., llegando a la conclusión que el término persona abarca todo este conjunto de potencialidades.
Se habla mucho de la persona o personas pero, en realidad ¿Por qué somos personas?, ¿por qué se nos designó este término?
La conceptualización de persona, tiene dos explicaciones, por una parte está la religiosa, donde persona es atribuido específicamente al cristianismo (de acuerdo a la cultura occidental), concretamente a los teólogos. Este término se comenzó a usar para dar una explicación de que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre[1], distinguiendo entre substancia y persona en un largo proceso de discusión teológica. Esta conceptualización ha causado polémica por su tendencia dogmática. Por otro lado, encontramos el aspecto filosófico, existen muchos conceptos para este término y la mayoría coinciden en que persona es derivado del latín que significa máscara “originalmente la máscara del actor”[2], pero además es contemplada como, “personare que significa sonar con intensidad”[3], es decir, se hace notar algo del interior hacia fuera.
Somos personas por que tenemos relación con los valores morales y éticos de nuestro mundo civilizado, somos personas por que hemos evolucionado nuestras actitudes, formas de ser y pensar, expresamos nuestra inconformidad o sinergia en una idea. En concreto, hacemos notar lo que pensamos y sentimos con intensidad, pero también está otra parte que nos describe, por que en un momento dado somos capaces de usar máscaras para mostrar varias facetas de nuestra personalidad o de nuestra forma de ser.
Podemos ser camaleónicos, ya sea en una situación de peligro, para sacar provecho de alguna circunstancia o simplemente, nos gusta ser “actores en varias películas”, nos llama la atención en ocasiones tener doble vida, pues esto provoca un alza importante de adrenalina y emociones.
[1] CFR: la biblia
[2] d HIDALGO C., Carmen Gloria et al. Comunicación interpersonal. Pg. 42
[3] cfr. http://perso.wanadoo.es/enriquecases/antropologia_3/02.htm
1.1. ¿QUÉ SON LAS EMOCIONES Y SUS TIPOS?
Dentro de nuestra personalidad, tenemos dos ámbitos con los cuales nos regimos: la razón y las emociones.
La razón la utilizamos para analizar de manera objetiva, veraz y adecuada nuestro proceder en determinadas circunstancias, verbigracia cuando tenemos que realizar una exposición, cuando se entabla una plática con alguna autoridad o personaje importante, la manera de expresarnos con los profesores, familia, en un congreso, etc.
El otro complemento son las emociones, “todas las emociones son impulsos para actuar, planes instantáneos para enfrentarnos a la vida que la evolución nos ha inculcado. La raíz de la palabra (…) es motere, el verbo latino “mover”, además del prefijo “e”, que implica alejarse, lo que sugiere que en toda emoción hay implícita una tendencia a actuar”. (cita libro la inteligencia emocional, pg., 24)
Como observamos, tenemos dos mentes que nos rigen y tienen responsabilidades en lo que hacemos: la razón y la pasión. “la mente racional es la forma de comprensión, (… y reflexión…) capaz de analizar y meditar. Pero junto a este existe otro sistema de conocimiento, impulsivo y poderoso, aunque a veces ilógico: la mente emocional”. (op cit. Pg. 27)
La mente emocional se pone en acción a una velocidad increíble, sin detenerse a pensar en lo que se está haciendo y las posibles consecuencias. Esta rapidez descarta la reflexión y el análisis que la mente pensante tiene.
Por naturaleza somos impulsivos y en ocasiones nos dejamos llevar por esa pasión que, lejos de ayudarnos nos complica más la vida. Las emociones muchas veces no sabemos controlarlas y puede observarse su influencia en nosotros de manera física.
Si bien en ocasiones las emociones las podemos “ocultar” y no mostrarlas explícitamente para no ser lastimados, el lenguaje corporal nos delata, pues todo nuestro cuerpo está íntimamente conectado, así tenemos que:
Con la ira nuestro cuerpo expresa alteración en el ritmo cardiaco, el aumento de adrenalina y “la sangre fluye a las manos, así resulta más fácil tomar un arma y golpear a un enemigo”
1.2. LA CONDUCTA EMOCIONAL. ¿PARA QUÉ SIRVEN LAS EMOCIONES?
En ocasiones, las personas “explotamos” con facilidad en situaciones comunes o cotidianas y no sabemos por que o no sabemos como controlar ese cúmulo de emociones, la conducta emocional es regular nuestras emociones, saber en que momento ocuparlas y cuales debemos de usar. Actualmente, no sólo las habilidades intelectuales nos sirven para alcanzar logros profesionales, las empresas se están preocupando por que sus empleados tengan habilidades emocionales sólidas y controladas, pues esto es punto clave para el mejor desarrollo de la empresa.
“La vida emocional es un ámbito que, al igual que las matemáticas y la lectura, puede manejarse con mayor o menor destreza y requiere un singular conjunto de habilidades”, (inteligencia emocional pg 56) que nos permiten desempeñarnos mejor en el campo laboral, explotar al máximo la vida amorosa y organizar de la mejor manera posible nuestra vida.
Tenemos múltiples inteligencias para desempeñarnos mejor, pero la gran mayoría de las personas no saben cómo manejarlas o cómo desarrollarlas. En este curso, no desarrollaremos este apartado, sólo rescataremos algunos puntos que nos interesan para ampliar nuestro tema.
La inteligencia emocional, esta dividida en dos puntos importantes que son piezas claves en nuestra conducta emocional. La primera es la inteligencia interpersonal: ésta tiene que ver con todas las relaciones con los demás, cómo los comprendemos cuando trabajamos de manera cooperativa, las motivaciones entre la interacción con el otro, etc., por otro lado, está la inteligencia intrapersonal: referida a nuestra comunicación interna, es la capacidad que tenemos de querernos, los niveles de exigencia que nos auto ponemos, la construcción de nuestro “yo”, son los conjuntos que crean nuestra comunicación interna.
El modular nuestras emociones, implica no ser apasionados al extremo, ser conciente de nuestras emociones implica “cierta sofisticación con respecto (…a la vida emocional, la claridad en las emociones…) puede reforzar otros rasgos de la personalidad” (inteligencia emocional pg. 69)
La conducta emocional implica que, cuando algo nos enfurece, seamos capaces de analizar la situación, replantear nuestros pensamientos y actuar de una manera adecuada y asertiva. Si no controlamos el enojo, nos lleva a cometer situaciones que nos podemos arrepentir, desde golpear a una persona y lastimarla o en el peor de los casos cometer suicidio.
Lo mismo sucede con la alegría desenfrenada, la euforia. Cuando la euforia nos atrapa, nuestros actos incomodan a los demás y el ser demasiado eufóricos se puede convertir en agresiones, un caso típico son los partidos de futbol, donde la porra del equipo ganador se burla de la porra contraria agrediéndola verbalmente, por supuesto que la contraparte no se queda callada y arremete de manera violenta, provocándose un zafarrancho.
Es importante tener el control de nuestras emociones con esto no queremos decir que tenemos que reprimirnos, más bien ser un “autorregulador emocional”, no podemos dejar salir todos nuestros sentimientos al mismo tiempo por que nuestra vida sería un caos. Lo importante aquí es, dosificar la salida de estos, regular la intensidad con que lo hacemos, saber en que momento imprimir mayor presión y en otros cual menos.
Este control emocional se debe de hacer de manera gradual y consciente para poder desarrollar ampliamente nuestras habilidades tanto cognitivas como emocionales. Al tener este control, podremos tener relaciones interpersonales adecuadas y agradables, seremos capaces de transmitir lo que pensamos o deseamos de una manera armónica, respetuosa y clara, logrando así un mejor desarrollo interpersonal e intrapersonal.
En ocasiones, las personas “explotamos” con facilidad en situaciones comunes o cotidianas y no sabemos por que o no sabemos como controlar ese cúmulo de emociones, la conducta emocional es regular nuestras emociones, saber en que momento ocuparlas y cuales debemos de usar. Actualmente, no sólo las habilidades intelectuales nos sirven para alcanzar logros profesionales, las empresas se están preocupando por que sus empleados tengan habilidades emocionales sólidas y controladas, pues esto es punto clave para el mejor desarrollo de la empresa.
“La vida emocional es un ámbito que, al igual que las matemáticas y la lectura, puede manejarse con mayor o menor destreza y requiere un singular conjunto de habilidades”, (inteligencia emocional pg 56) que nos permiten desempeñarnos mejor en el campo laboral, explotar al máximo la vida amorosa y organizar de la mejor manera posible nuestra vida.
Tenemos múltiples inteligencias para desempeñarnos mejor, pero la gran mayoría de las personas no saben cómo manejarlas o cómo desarrollarlas. En este curso, no desarrollaremos este apartado, sólo rescataremos algunos puntos que nos interesan para ampliar nuestro tema.
La inteligencia emocional, esta dividida en dos puntos importantes que son piezas claves en nuestra conducta emocional. La primera es la inteligencia interpersonal: ésta tiene que ver con todas las relaciones con los demás, cómo los comprendemos cuando trabajamos de manera cooperativa, las motivaciones entre la interacción con el otro, etc., por otro lado, está la inteligencia intrapersonal: referida a nuestra comunicación interna, es la capacidad que tenemos de querernos, los niveles de exigencia que nos auto ponemos, la construcción de nuestro “yo”, son los conjuntos que crean nuestra comunicación interna.
El modular nuestras emociones, implica no ser apasionados al extremo, ser conciente de nuestras emociones implica “cierta sofisticación con respecto (…a la vida emocional, la claridad en las emociones…) puede reforzar otros rasgos de la personalidad” (inteligencia emocional pg. 69)
La conducta emocional implica que, cuando algo nos enfurece, seamos capaces de analizar la situación, replantear nuestros pensamientos y actuar de una manera adecuada y asertiva. Si no controlamos el enojo, nos lleva a cometer situaciones que nos podemos arrepentir, desde golpear a una persona y lastimarla o en el peor de los casos cometer suicidio.
Lo mismo sucede con la alegría desenfrenada, la euforia. Cuando la euforia nos atrapa, nuestros actos incomodan a los demás y el ser demasiado eufóricos se puede convertir en agresiones, un caso típico son los partidos de futbol, donde la porra del equipo ganador se burla de la porra contraria agrediéndola verbalmente, por supuesto que la contraparte no se queda callada y arremete de manera violenta, provocándose un zafarrancho.
Es importante tener el control de nuestras emociones con esto no queremos decir que tenemos que reprimirnos, más bien ser un “autorregulador emocional”, no podemos dejar salir todos nuestros sentimientos al mismo tiempo por que nuestra vida sería un caos. Lo importante aquí es, dosificar la salida de estos, regular la intensidad con que lo hacemos, saber en que momento imprimir mayor presión y en otros cual menos.
Este control emocional se debe de hacer de manera gradual y consciente para poder desarrollar ampliamente nuestras habilidades tanto cognitivas como emocionales. Al tener este control, podremos tener relaciones interpersonales adecuadas y agradables, seremos capaces de transmitir lo que pensamos o deseamos de una manera armónica, respetuosa y clara, logrando así un mejor desarrollo interpersonal e intrapersonal.
2. LA ASERTIVIDAD
“Cualquiera puede encolerizarse –eso es fácil- pero hacerlo con la persona debida, en el momento debido, por la causa debida y en forma debida, ¡eso no es fácil!
Aristóteles.
Siempre que interactuó con las personas y tenemos debates sobre diferentes temas (religión, política o futbol) terminamos peleados y hasta en ocasiones he llegado a perder su amistad. En una ocasión, estuve a punto de tener un enfrentamiento a golpes con uno de mis amigos, pues le dije que su plática era estúpida, que madurara, que no todo gira en torno a los videojuegos, sólo los adolescentes se idiotizaban con ellos y que prefería ya no verlo pues el estar con él la aburrición era eterna.
Cuando nos comunicamos con los demás, la mayoría de las veces no utilizamos estrategias de comunicación adecuados para transmitir nuestros sentimientos y opiniones, de una manera adecuada y respetuosa, generalmente la escuela nos forma en el ámbito académico, la familia nos da bases, ético-culturales para “ser buenas personas” pero: ¿quién nos enseña a decir las cosas de cierto modo que no lastimemos al otro pero que al mismo tiempo nuestro mensaje sea claro y preciso?
Generalmente con las experiencias cotidianas, vamos aprendiendo la forma de decir y recibir la información, a esta forma se le ha llamado asertividad. La asertividad significa “tener la habilidad para transmitir y recibir los mensajes de sentimientos, creencias u opiniones propias o de los demás de una manera honesta, oportuna, profundamente respetuosa, y tiene como meta fundamental, lograr una comunicación satisfactoria hasta donde el procesos de la relación humana lo haga necesario”. ( libro asertividad pg. 12)
El ser asertivo implica analizar lo que se va a transmitir y cómo se va a transmitir, en este proceso, íntimamente están ligadas nuestras emociones y nuestra personalidad. Es importante no dejar de lado estas últimas, ya que para tener un cambio asertivo, es necesario dosificar nuestros impulsos optando por un punto medio.
La asertividad tiene tres dimensiones importantes:
“La dimensión conductual: se refiere específicamente a las áreas de comportamiento interpersonal.
Defensa de los propios derechos.
Rehusar peticiones.
Dar y recibir cumplidos.
Iniciar, mantener y finalizar una conversación.
Expresión de afectos positivos (cariño, amor, respeto)
Expresión de afectos negativos( enojo, rabia, ira)
Expresión de opiniones personales incluyendo el desacuerdo.
Dimensión personal: esta segunda dimensión, la situación interpersonal hace referencia a personas: amigos, familiares, autoridades, etc. Estos roles determinan ciertas conductas sociales que se esperan como adecuadas a la definición de la relación. Muchas inadecuaciones pueden deberse a la falta de percepción social para captar las sutilezas interpersonales de una relación.
Amigos y conocidos.
Novia, esposa.
Figuras de autoridad.
Extraños.
Relaciones profesionales.
Dimensión situacional: referida a una amplia gama de contextos y situaciones en que se da la interacción, y el grupo sociocultural que define normas y valores. “Esta tercera dimensión define el ambiente físico y contextual en que se da una relación. Un ejemplo el cómo se relaciona (…un chico (a) con su novio(a) cuando están solos…) o en un lugar público” (libro comunicación interpersonal pg. 25)
La actitud asertiva tiene que ser integral, comenzando por nosotros mismos, ser asertivos con nosotros es, reconocer nuestras fallas, reconocer nuestras debilidades, nuestras habilidades y con base en esto, mejorar nuestra actitud ante la vida, sino nos queremos y aceptamos nuestro lenguaje corporal lo denota y con esa postura alejamos a las personas. En el caso de las relaciones sentimentales, sino mejoramos nuestras actitudes, difícilmente podremos conquistar a “esa persona especial” provocando que se aleje de nosotros o nos rechace.
La manera en que un sujeto expresa su asertividad, nos permite inferir como anda su autoestima. Los sujetos con autoestima adecuada muestran respeto y consideración para su persona y se valoran positivamente, mientras que los sujetos con autoestima baja e inadecuada muestran dificultades para expresar su asertividad y pueden comportarse de manera agresiva o pasiva, al tratarse a sí mismos con dureza, con exigencias desmedidas y una desvalorización general de su persona y de todo lo que hacen.
Una asertividad saludable, nos capacita además para valorar justamente nuestros logros, así como los logros de los demás, expresar adecuadamente nuestros pensamientos y sentimientos y permanecer abierto para dar y recibir afectos de nuestros seres queridos y amigos más cercanos.
“Cualquiera puede encolerizarse –eso es fácil- pero hacerlo con la persona debida, en el momento debido, por la causa debida y en forma debida, ¡eso no es fácil!
Aristóteles.
Siempre que interactuó con las personas y tenemos debates sobre diferentes temas (religión, política o futbol) terminamos peleados y hasta en ocasiones he llegado a perder su amistad. En una ocasión, estuve a punto de tener un enfrentamiento a golpes con uno de mis amigos, pues le dije que su plática era estúpida, que madurara, que no todo gira en torno a los videojuegos, sólo los adolescentes se idiotizaban con ellos y que prefería ya no verlo pues el estar con él la aburrición era eterna.
Cuando nos comunicamos con los demás, la mayoría de las veces no utilizamos estrategias de comunicación adecuados para transmitir nuestros sentimientos y opiniones, de una manera adecuada y respetuosa, generalmente la escuela nos forma en el ámbito académico, la familia nos da bases, ético-culturales para “ser buenas personas” pero: ¿quién nos enseña a decir las cosas de cierto modo que no lastimemos al otro pero que al mismo tiempo nuestro mensaje sea claro y preciso?
Generalmente con las experiencias cotidianas, vamos aprendiendo la forma de decir y recibir la información, a esta forma se le ha llamado asertividad. La asertividad significa “tener la habilidad para transmitir y recibir los mensajes de sentimientos, creencias u opiniones propias o de los demás de una manera honesta, oportuna, profundamente respetuosa, y tiene como meta fundamental, lograr una comunicación satisfactoria hasta donde el procesos de la relación humana lo haga necesario”. ( libro asertividad pg. 12)
El ser asertivo implica analizar lo que se va a transmitir y cómo se va a transmitir, en este proceso, íntimamente están ligadas nuestras emociones y nuestra personalidad. Es importante no dejar de lado estas últimas, ya que para tener un cambio asertivo, es necesario dosificar nuestros impulsos optando por un punto medio.
La asertividad tiene tres dimensiones importantes:
“La dimensión conductual: se refiere específicamente a las áreas de comportamiento interpersonal.
Defensa de los propios derechos.
Rehusar peticiones.
Dar y recibir cumplidos.
Iniciar, mantener y finalizar una conversación.
Expresión de afectos positivos (cariño, amor, respeto)
Expresión de afectos negativos( enojo, rabia, ira)
Expresión de opiniones personales incluyendo el desacuerdo.
Dimensión personal: esta segunda dimensión, la situación interpersonal hace referencia a personas: amigos, familiares, autoridades, etc. Estos roles determinan ciertas conductas sociales que se esperan como adecuadas a la definición de la relación. Muchas inadecuaciones pueden deberse a la falta de percepción social para captar las sutilezas interpersonales de una relación.
Amigos y conocidos.
Novia, esposa.
Figuras de autoridad.
Extraños.
Relaciones profesionales.
Dimensión situacional: referida a una amplia gama de contextos y situaciones en que se da la interacción, y el grupo sociocultural que define normas y valores. “Esta tercera dimensión define el ambiente físico y contextual en que se da una relación. Un ejemplo el cómo se relaciona (…un chico (a) con su novio(a) cuando están solos…) o en un lugar público” (libro comunicación interpersonal pg. 25)
La actitud asertiva tiene que ser integral, comenzando por nosotros mismos, ser asertivos con nosotros es, reconocer nuestras fallas, reconocer nuestras debilidades, nuestras habilidades y con base en esto, mejorar nuestra actitud ante la vida, sino nos queremos y aceptamos nuestro lenguaje corporal lo denota y con esa postura alejamos a las personas. En el caso de las relaciones sentimentales, sino mejoramos nuestras actitudes, difícilmente podremos conquistar a “esa persona especial” provocando que se aleje de nosotros o nos rechace.
La manera en que un sujeto expresa su asertividad, nos permite inferir como anda su autoestima. Los sujetos con autoestima adecuada muestran respeto y consideración para su persona y se valoran positivamente, mientras que los sujetos con autoestima baja e inadecuada muestran dificultades para expresar su asertividad y pueden comportarse de manera agresiva o pasiva, al tratarse a sí mismos con dureza, con exigencias desmedidas y una desvalorización general de su persona y de todo lo que hacen.
Una asertividad saludable, nos capacita además para valorar justamente nuestros logros, así como los logros de los demás, expresar adecuadamente nuestros pensamientos y sentimientos y permanecer abierto para dar y recibir afectos de nuestros seres queridos y amigos más cercanos.
3. LAS DIFERENTES FORMAS DE LA CONDUCTA
“¿Qué estas haciendo para cambiar tu?”
La humanidad es por naturaleza sociable y tiende a comunicarse, relacionarse y divertirse en conjunto, cuando la humanidad creció, tanto en inteligencia como en población, los roces, las diferencias, las necesidades y los gustos, fueron cambiando. En la actualidad, lo podemos percibir en las grandes urbes, con tanto tráfico, la vida tan acelerada la gente se estresa y es muy fácil que el enojo se apodere de ell@s, propiciándose enfrentamientos tanto verbales como físicos.
Asimismo, con esta nueva forma de vida, las personas la mayoría del tiempo están enojad@s y agraden a la menor provocación, estas conductas pueden ser identificadas y cambiadas.
La conducta “es resultado de una causa y/o motivación” (libro relac. Humanas. Pg.37) ésta es estimulada por algún sujeto, objeto o situación fisiológica, lo que genera una respuesta inmediata, la cual, tendrá una consecuencia. La estimulación por objetos o sujetos es referida a un estímulo exterior, por ejemplo cuando nos cortamos al usar un objeto punzo cortante, el estímulo es la cortada, la respuesta es quitar la mano y la consecuencia es el sangrado. Un estímulo fisiológico es, cuando tenemos hambre es el estímulo, el buscar comida y/o comer es la respuesta y la consecuencia es saciar esa ansiedad. Este tipo de estímulo es de tipo interior.
“El estímulo en muchos casos, sirve sólo como disparador de un conjunto de procesos fisiológicos o psicológicos, que serán la causa verdadera de esa conducta”. (libro relac. Humanas. Pg. 39) Cuando tenemos un enojo guardado o un resentimiento, con cualquier situación, o como coloquialmente decimos “a la menor provocación” estallamos y liberamos ese enojo, frustración o coraje con la persona menos indicada. verbigracia, cuando una persona regresa del trabajo con un cúmulo de presiones, va conduciendo su automóvil y otro conductor le cierra el paso o le gana el cruce, ese es motivo suficiente para agredir verbalmente o en el peor de los casos, agredir físicamente. Pero también hay personas que en su personalidad son agresivas y por situaciones inverosímiles explotan y arremeten contra todos.
“¿Qué estas haciendo para cambiar tu?”
La humanidad es por naturaleza sociable y tiende a comunicarse, relacionarse y divertirse en conjunto, cuando la humanidad creció, tanto en inteligencia como en población, los roces, las diferencias, las necesidades y los gustos, fueron cambiando. En la actualidad, lo podemos percibir en las grandes urbes, con tanto tráfico, la vida tan acelerada la gente se estresa y es muy fácil que el enojo se apodere de ell@s, propiciándose enfrentamientos tanto verbales como físicos.
Asimismo, con esta nueva forma de vida, las personas la mayoría del tiempo están enojad@s y agraden a la menor provocación, estas conductas pueden ser identificadas y cambiadas.
La conducta “es resultado de una causa y/o motivación” (libro relac. Humanas. Pg.37) ésta es estimulada por algún sujeto, objeto o situación fisiológica, lo que genera una respuesta inmediata, la cual, tendrá una consecuencia. La estimulación por objetos o sujetos es referida a un estímulo exterior, por ejemplo cuando nos cortamos al usar un objeto punzo cortante, el estímulo es la cortada, la respuesta es quitar la mano y la consecuencia es el sangrado. Un estímulo fisiológico es, cuando tenemos hambre es el estímulo, el buscar comida y/o comer es la respuesta y la consecuencia es saciar esa ansiedad. Este tipo de estímulo es de tipo interior.
“El estímulo en muchos casos, sirve sólo como disparador de un conjunto de procesos fisiológicos o psicológicos, que serán la causa verdadera de esa conducta”. (libro relac. Humanas. Pg. 39) Cuando tenemos un enojo guardado o un resentimiento, con cualquier situación, o como coloquialmente decimos “a la menor provocación” estallamos y liberamos ese enojo, frustración o coraje con la persona menos indicada. verbigracia, cuando una persona regresa del trabajo con un cúmulo de presiones, va conduciendo su automóvil y otro conductor le cierra el paso o le gana el cruce, ese es motivo suficiente para agredir verbalmente o en el peor de los casos, agredir físicamente. Pero también hay personas que en su personalidad son agresivas y por situaciones inverosímiles explotan y arremeten contra todos.
3.1. CONDUCTA AGRESIVA
Desafortunadamente, en el medio que crecemos, en muchos de los casos aprendemos que el enojo lo tenemos que sacar, señalando los errores de los demás, así como su “nivel de incompetitividad”, y si no somos complacidos, tanto la agresión física como verbal se hace presente.
La conducta agresiva es “la forma de expresión de los sentimientos, creencias u opiniones que pretenden hacer valer lo propio, atacando o no considerando la autoestima, dignidad, sensibilidad o respeto de los demás”, (libro asertividad pg. 48) generalmente esto sucede por la ausencia del control de las emociones, predominando más la inseguridad, la frustración y a veces el capricho. ¿De donde surge este tipo de conducta?.
En gran parte está forjada por la familia, cuando a los hijos les dejan hacer y decir lo que quieran sin tener un mínimo de autoridad y respeto, tanto a los demás como a ellos mismos. Es un gran error de los padres darles todo a los hijos justificándose en que son los primeros, son los únicos, o cierta enfermedad los aqueja. Independientemente de esto, es entera responsabilidad de los padres enseñarles a comportarse cuando están en casas ajenas, respetar lo que no es suyo, ser cordiales con las personas, no hacer y/o decir majaderías, etc.
Si esto no es enseñado, cuando los niños crezcan las relaciones sociales se les dificultarán, pues no podrán relacionarse con sus iguales, querrán imponer sus reglas y si no son aceptadas, utilizarán la agresión para hacerlas efectivas. En el caso laboral, si son subordinados, no hará mucho caso a las órdenes de su jefe, realizará el trabajo cuando quiera y lo entregará igual.
Si es jefe, maltratará a sus empleados hablándoles de manera imperativa, al menor error se los hará saber en público, poniéndolos en evidencia en la empresa o institución. Asimismo, si estos tienen grandes aciertos no se los celebrará y los minimizará afirmando que para eso se les paga, entre otros.
La otra forma de conducta agresiva es cuando una persona ejerce fuerza física para imponer su autoridad, esta actitud es copiada del seno familiar cuando existe violencia intrafamiliar.
¿Cuál es el origen de esta conducta?, ya vimos que algunas causas son aprendidas desde la familia, pero otras son inseguridades que nosotros mismos nos imponemos, debido a “ideas negativas que quitan seguridad en la persona, provocando que se sienta amenazada o vulnerable ante la situación. Esto desencadena rápidamente comportamientos de defensa o ataque a los demás, formando una especie de círculo vicioso”. (op cit pg. 48). También es causada por la “amenaza” de que si ven los errores, notaran que la persona es humana y no perfecta. Un ejemplo cotidiano es cuando nos quieren vender algo y la persona –en su estrategia de venta- insiste en el producto, nosotros respondemos con agresiones como “tu maldito producto es una basura, yo compro de marca, lárgate me quitas tiempo”, o respondemos “hay quítese me estorba me quita tiempo”. También cuando a una persona le hacen un cuestionamiento y no sabe la respuesta, replica en una agresión, un enojo o una rabieta, así podemos seguir la lista de actitudes
Para identificar una conducta, hay que tomar en cuenta las siguientes actitudes:
Ser rígido en el trato con los demás
Impones las ideas
Abusar de los demás
Estar y actuar a la defensiva
Querer tener siempre la razón
Tener siempre el control de las cosas
Etiquetar negativamente a los demás
No reconocer los errores
No reconocer los derechos de los demás
No reconocer los aciertos de otros.
Usar la agresión como medio de producción
Estas son algunos puntos que se pueden observar el la conducta agresiva, aunque la peor agresión es la psicológica, cuanto se trata al otro como tonto o que se le tiene que enseñar y proteger por que no sabe, agredir y después consolar, entre otros.
3.2. CONDUCTA PASIVA
La contra cara de la conducta agresiva es la pasiva, la gente pasiva es la que no actúa pues sabe que de todas formas el resultado será negativo. Esta actitud es causada fundamentalmente por que la autoestima está baja, no hay seguridad en sí mismos, el auto concepto es el peor y se tiene la percepción que los demás notan su “poca aptitud”.
Esta persona tendrá los mismos problemas de aceptación que la conducta agresiva, será difícil ascender rápidamente en el trabajo y las amistades serán muy reducidas, entre otros. La causa principal es el maltrato psicológico, cuando en la familia se le dice a la persona que no sirve, que es un tonto, asimismo, en la escuela cuando el maestro les dice que es un burro, cómo pudo llegar a ese grado, que a lo mejor le ayudaron por lástima, entre otros.
Es importante recordar que “duele más las palabras que los golpes”
3.3. CONDUCTA ASERTIVA
La mejor opción para un buen desarrollo, tanto personal como profesional, es la conducta asertiva “la opción asertiva plantea como innecesaria la posición extremista de la conducta no-asertiva y agresiva, promueve la dignidad y el autorespeto en un plano de igualdad con los demás”. (op cit. 62)
Ser asertivo no implica dejar de lado la autenticidad personal, más bien es complementar la manera en que nos dirigimos hacia los demás, respetando sus derechos y haciendo respetar los nuestros de una manera clara pero respetuosa, ser flexibles pero no dejar que abusen de nosotros, ser asertivo implica respetarnos para poder respetar a los otros, propiciando con esto un ambiente agradable y confortable.
Ser asertivos implica saber aceptar o rechazar una propuesta sin agredir y sintiéndonos bien con la respuesta proporcionada, es saber decir no y sentirnos bien.
B I B L IO G R A F Í A
AGUILAR Kubli, Eduardo. Cómo ser tu mismo sin culpas. Editorial Pax. México. 1987
FELDMAN, JEAN R. Autoestima: ¿Cómo desarrollarla?. Madrid. Nacea. 2000.
GOLEMAN, Daniel. La inteligencia emocional. Vergara. México 2000.
HARO Leeb, Luis. Relaciones humanas. Edicol. México 1998.
HIDALGO C., Carmen Gloria et al. Comunicación interpersonal. Alfa Omega. Colombia.
ROBERT E. Alberti. Viviendo con autoestima. México. Pax-México. 1999.
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